El ultimo clásico corzuelence terminó muy bien adentro de la cancha. Obreros se puso 3-1 y si bien Unión y Fuerza descontó y quiso ir por la heroica, el tiempo no le alcanzó y finalmente fue el Albo el que se alzó con la victoria. Todos en paz y con una madurez muy de fair play; los jugadores y cuerpo técnico del ganador festejaron un triunfo mas que importante y los perdedores, a pesar de la calentura lógica de perder un clásico, reconocieron la derrota.
Lo terrible pasó afuera. Una vez finalizado el partido y a
la salida del estadio, un sector de la hinchada de Obreros comenzó a arrojar
piedras hacia la parcialidad de Unión y Fuerza y viceversa hasta que tuvo que
intervenir la Policía local. Y ahora la batalla era contra los vestidos de
azul. Después de otros piedrazos, balas de goma y persecución policial por
varias calles del pueblo, fueron 22 los detenidos y 7 los efectivos policiales
heridos.
Triste y lamentable crónica que termina de confirmar que el
futbol de Corzuela también se enfermó; el futbol corzuelence que fue quizás el último
futbol sano que quedaba en la Liga del Noroeste. Dos equipos, uno con mucha
historia y el otro que comenzó a escribirla, con un folclore santo y ejemplar hasta
hace unos meses dividían el pueblo mostrando una pasión a puro papelitos, cánticos y bombos que contagiaban a sus jugadores, los gladiadores encargados
de la otra parte del espectáculo poniendo todo en la cancha para darle una alegría
a su gente. Hoy sin embargo, todo cambió en forma brusca y la familia lo piensa dos veces antes de ir a la cancha.
Corzuela está enfermo y los síntomas de esta patología se
vienen viendo desde un tiempo a esta parte: declaraciones ridículas o
desubicadas de dirigentes y técnicos, amenazas de hinchas a sus propios
jugadores, aprietes a los árbitros y
trabajadores de la prensa (estos últimos a puro insultos que no se entienden), pases de factura por lo favores hechos, el
intendente del pueblo que brinda apoyo pero que a veces se encuentra muy expuesto en la tribuna y esta ultima batalla
entre compoblanos que todos los días se cruzan por las calles del pueblo para
ir a trabajar; son los desgraciados explosivos de esta bomba de tiempo que en
cualquier momento iba a estallar, encendida en algunas oportunidades por arbitrajes malos y ciertas determinaciones que dejan mucho que desear y eso tambien hay que decirlo.
Esta enfermedad es tan deplorable o lastimosa como los
enfrentamientos entre barras de Libertad y la Coope o Juventud en cada clásico
charatense o la navaja asesina arrojada desde la tribuna a un lineman hace un
par de años atras. Un periodista atrapado en una pedrada entre barras en la cancha de
Unión de Pinedo o la patada voladora de un jugador breñense a otro juez de
linea o las trompadas de un grandote veterano a pibes de no mas de 17 años en
Hermoso Campo.
Esta semana se esperaba desde arriba un pedido de
tranquilidad por la televisión local para bajar un cambio y bajar la excitación
pero nos encontramos con el directivo de un club acusándolo al presidente de la
liga de soberbio o amenazando con no prestarle la cancha a los primos el año
que viene, como echando mas leña al fuego condicionando a los árbitros en la
previa del clásico y buscando permanentemente conflictos donde no los hay.
Hoy ya no se habla del honorable Torneo del Interior que
hizo Obreros dejándolo afuera nada mas ni nada menos que al campeón de los
campeones y ya dejó de hablarse del fantástico e historico Torneo Federativo de Unión y
Fuerza que le valió la invitación desde el Consejo Federal de la AFA al próximo
TDI 2013. La basura futbolística también llegó al respetable futbol corzuelence tirando por la borda todo el progreso
conseguido hasta acá. Y la pena es grande.
Maximiliano Córdoba
futbolcharatense@hotmail.com
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