Carlos Rojo le encuentra explicación al pésimo momento del
fútbol pinedense y a la lejana posibilidad de tener un equipo en los primeros
planos del Fútbol Argentino. “Hay material, pero pocos dirigentes”. Y recuerda
la hazaña del Super Unión de Pinedo: “Salíamos campeones invictos, era un
equipo extraordinario”.
El fútbol colaboró en algo loable y no podía estar ajeno a
esto. Me reencontré con mucha gente que me ha tocado dirigir en los distintos
clubes por los que anduve, conozco el fútbol de la liga, de Resistencia, de
Saenz Peña; me volví a ver con Hugo Capitanich, un amigo y un gran arquero,
siempre tuve admiración por el y eso es lo lindo de esto.
Unión de Pinedo fue un equipo que sin lugar a dudas cumplió
una etapa brillante en el fútbol en los años 82’, 83’ y 84’. Estuvimos 42
partidos invictos, ganamos invictos el campeonato de la liga, invictos el
campeonato de campeones, invictos el Selectivo, en el Nacional perdimos
solamente un partido. Fue un equipo extraordinario con jugadores que uno los
fue juntando y a parte de ser buenos jugadores fueron grandes amigos, grandes
personas y eso hace que uno los recuerde con cariño y con afecto. Nosotros
representamos a la liga en la categoría mas alta del fútbol argentino.
Muchas veces faltan dirigentes, son pocos. Hay buenos
dirigentes pero pocos y cuesta formar grupos en las instituciones. Las
instituciones comienzan por la cabeza, las instituciones teniendo buenos
dirigentes se van para arriba, si son poquitos se hace muy difícil. A mi me
llenan de orgullo las cosas que uno logró en esta liga, creo que soy el jugador
que mas veces vistió la camiseta de la
Liga del Noroeste desde los 17 años jugando la
Copa Adrian
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