Luego de muchos años de no verse, José Luis Corazza se reencontró con un tal Javier Castrilli y fueron protagonistas de un momento emotivo en la visita del exarbitro internacional a Charata. “La figura de Castrilli impactaba en la cancha pero tiene un corazón mas grande que el país. Le dio mucho al arbitraje del fútbol argentino”, sintetizó Tote, otro que marcó una época en el referato de la Liga del Noroeste.
“Fue el reencuentro con un amigo que me ha dejado el arbitraje. Después de tantos años tenerlo acá para mi es un placer y le agradezco de corazón a Osbaldo Martin que tuvo la deferencia de llamarme e invitarme para compartir este momento.
La figura de Javier Castrilli impactaba en la cancha pero yo cada vez que llegaba a Charata yo le decía a mis amigos que tiene un corazón mas grande que el país, es un tipo sencillo, abierto, con un intelecto y conocimiento fenomenal y al que he tenido la oportunidad de conocer en un curso en Buenos Aires, después cuando vino a dirigir acá que paró en casa, en Corrientes. Cada vez que necesitábamos algo en la Escuela de Árbitros de la Liga siempre nos daba una mano, es un tipo fenomenal.
Castrilli le dio mucho al arbitraje del fútbol argentino, yo sigo sosteniendo que hubo un antes y un después de Castrilli. Todos aquellos que lo insultaban hoy se preguntan donde estará Castrilli. Son cosas que tiene el fútbol, que no sabe valorar cuando se tiene y si cuando no está.
Todos los árbitros tendrían que ser Castrilli y cambiará la forma de jugarse los partidos. Hable con el y me sintetizó la realidad del fútbol argentino en una frase: “Fútbol mediocre, los árbitros un desastre”, y coincidimos en todo.
Yo ejercí mi referato con la escuela de el, cuando yo hice el curso en Buenos Aires el todavía no estaba en primera división, pero ya marcaba un estilo. Sin contemplaciones, apoyar a los habilidosos, cuidar siempre el espectáculo y el que no lo entendía así se tenía que ir. No me comparo nunca con el porque ha llegado a un nivel superlativo, pero si te puedo decir que yo me forme con la escuela de el.
Volara mucho el interior porque esta gente vive a un ritmo infernal y cuando llegan acá no se quieren ir. Me ha paso con Castrilli, con Marconi, con Crespi, con todos los que anduvieron por estos lados cuando dirigían torneo regional. Vienen acá y quieren quedarse un par de días porque descansan, porque los tratan de ottra manera y esa no es ninguna novedad.”
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