Típico de una riña callejera, los players de la segunda categoría del fútbol de la liga no advirtieron la situación y luego de un par de pataditas y toquecitos abajo, se trenzaron a golpes durante largo rato.
La duración de este espectáculo fue de 5’, por que los muchachos se cansaron. Y si…después de haber jugado el primer tiempo el físico no les daba para más.
Vergüenza ajena fue la que dieron los futuros jugadores de primera división. Realmente un desastre humano, ya que si bien en esta categoría se puede apreciar el talento de varios jugadores que posiblemente tendrán un gran porvenir, la conducta que se debe tener en el campo de juego es desastrosa. Ni hablar del mito o realidad aquella que indica que algunos jugadores se toman algo que no es agua, días antes de disputar un partido, pero esa otra cuestión que más adelante la trataremos.
El árbitro Javier Ruiz suspendió el partido promediando el segundo tiempo y expulsó a veintiséis jugadores. Como lo leyó, veintiséis jugadores echados en un partido de fútbol.
Teléfono para el Guinnes…
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