La novela de Leo

>> Te acordarás del pase de Alexis Rios desde Libertad a la Coope del que se habló durante todo el Verano 2012. Pero por el drama y por el final feliz que tuvo, la historia de Leandro Exner es sin dudas la gran novela del año. Capitulo a capitulo, el pase de Leo a Juventud, en FC.

Primero fue la catastrófica eliminación de Cooperativista del Apertura 2012 luego de 9 triunfos consecutivos. Despues de tal frustración, algo se rompio en la Coope y ese algo terminó en la partida de Raul Martinez primero y luego Mauro Duarte, Jorge Castillo por ultimo Leandro Exner.

A partir de allí, Exer se propuso cambiar de aire. Y en ese intervalo aparecieron dos ofertas concretas que fueron de parte de Atlètico primero y mas tarde Juventud, propuesta esta ultima que mas lo sedujo al volante.

Luego de que aparezcan los clubes interesados, el jugador le planteo a la CD de Cooperativista sus ganas de irse, sus ganas de cambiar de aire. La dirigencia agraria lo entendio y no dudó en colocarlo en el mercado, lejos de poner algun tipo de obstaculo al éxodo del jugador.

Sin embargo, cuando Juventud pidió cotizacion por Leandro Exner, desde el club albiceleste respondieron con una cifra que dejó boquiabiertos a la dirigencia de Juventud: $12.000 era lo que se pedía desde la calle Pringles por el pase a prestamo por 1 año.

El Rojo respondió dicha cotizacion con una contraoferta que incluia a un jugador (se habló de Cristian Toledo) y cierto dinero arriba. Esto fue rechazado por Cooperativista que de esta forma se quedaba con Leandro Exner y las versiones de que el jugador iba a quedar colgado se alimentaban al por mayor: “O era Juventud o no jugaba en ningun club”, fue lo que le habia manifestado a sus intimos Leo.

Hasta el sabado al mediodia, el pase de Exner a Juventud habia sido enterrado en el subsuelo. Sin embargo, en horas de la tarde, el presidente de Juventud Carlos Frias recibió el llamado de Antonio Requena y el arreglo fue instantáneo: Leandro Exner a prestamo a Juventud hasta el 31 de diciembre de 2012 por menos de la mitad de lo que pretendia en primera instancia el club agrario, cumpliendose así las aspiraciones del jugador. Y la del Rojo por supuesto.