Pito de oro

>> En la previa estuvo en el ojo de la tormenta para el mundo azulgrana. Pero lejos de aquel arbitro de una tarde mala y suspicaz de hace meses, en la nublada siesta campeña en la que a Sportivo le alcanzó la superioridad en el ST para quedarse con el primer chico, el pito mostró los atributos que lo llevaron hasta el Argentino B y en cada decision logró dignamente sacar adelante un espectaculo pesado. El partido de Hugo Camus, que tambien lo jugó como una final.

El breñense ejecutó el pito en la final de ida y cumplió un papel que rozó lo correcto. Tanto, que dejó conformes a todos (o la mayoria) de un lado y del otro, sin dejar margen para el reclamo de alguna jugada en especial mas que a los propios protagonistas que en el logico momento de calentura reclaman hasta lo irreclamable.

En los inicios del PT, Walter Gorosito la recibe por el costado derecho y cuando quiere eludir a Ramiro Sakz este barre y arroja la pelota al corner. Allí estaba Leandro Diaz que anteriormente habia levantado el baderin cobrando off side del delantero de Libertad, pero Camus, firme en su decision, hizo valer su maxima autoridad y cobró tiro de esquina para la visita.

La unica jugada que despertó dudas pero que se esfumaron segundos despues fue la del empate de Sportivo (1-1). Algunos reclamaban posicion adelantada de Nelson Zaiser, algo que escapa a la exclusiva responsabilidad del arbitro. Pero desde la posicion en que estabamos apreciando el partido, no vimos off side del grandote zaguero central del Velezano, totalmente habilitado en el centro que empujó y que mandó a la red, incluso,  llegando desde atras.

La expulsion de José Laurenza no fue por una falta dura. El lateral izquierdo del Azulgrana recibió dos tarjetas, una por demorar un saque de banda y otra por decirle algo a la pasada al arbitro despues de cometerle foul fuerte a Enzo Brandan, por lo que averiguamos. Nada para reclamar, salvo para el jugador azulgrana que en el momento de calentura fue a pedirle explicaciones a Camus, aunque no del modo necesario, a tal punto que tuvo ser separado por sus compañeros con el fin de evitar que el informe arbitral sea mas duro aun. 

Contrariamente a lo que sucedio en aquel partido contra Obreros en Corzuela, el arbitro Hugo Camus esta vez cumplio con una actuacion digna de destacar. Sacó adelante un partido que no se picó (salvo choques tibios tipicos de una final como esta), en el cual manejó los tiempos y supo cuidarse de sacar tarjetas innecesarias que podrian haber manchado el espectaculo, generando broncas en unos pocos y conformidad en la mayoria.