Hubo un gol de San Jorge mal anulado por Cejas y parece que este sería el factor desencadenante de las tristes escenas que mas tarde protagonizara Ruben Wendler, jugador entrado en años que no hizo mas que otra cosa que calentar el solito un partido que Charata Juniors ganaba y lo ganaba bien.
Primero salió con los tapones de punta a trabarlo a Victor Hugo More, que si lo llegaba agarrar era tibia y/o peroné, sin exagerar.
Gustavo Argañaraz y Nelson Aranda se contagiaron de la estupidez de jugar con mala intención; después de que el mediocampista central campeño le cometa una falta fuerte, el jugador violeta reaccionó en el aire y le devolvió un manotazo cerrado que le provocó cortes y un sangrado considerable en la boca. Ricardo Meza los echó a los dos con roja directa, no así a un Javier Gatto desconocido que anduvo a los empujones limpios (incluso hacia el arbitro) y amenazando a cuanto rival se cruzara por delante.
Y lo mas grave fue la jugada siguiente: la tenia por la mitad de la cancha el recién ingresado Sergio Jimenez y cuando quiere gambetear llega el tijeretazo duro y abajo de Wendler que lo dejó tirado en el piso por unos cuantos minutos mientras algunos jugadores de Charata Juniors le reclamaban la violencia de la falta y compañeros suyos de San Jorge como Luis Aguirre trataban de calmarlo.
La roja directa de Meza fue automática, pero el grandote, algo sacado, fue por mas y se las agarró con el Negro German Sierra, tirandole una patada por detrás al jugador quizás menos conflictivo de la liga, un pan de Dios dentro de la cancha.
Pero eso no es todo. Cuando estaba por cruzar el túnel vio a un hincha pegado al alambrado insultándolo y le tiró un escupitajo para luego mirarlo feo y apoyarle la mano en el pecho al camillero.
Triste parte final de la carrera de un jugador experimentado como Ruben Wendler, que no se sabe si se va a retirar o que en el corto plazo, pero que seguramente en el Tribunal de Penas recibirá algo parecido a las seis fechas que supieron darle hace poco.