Nuevamente Tosone tuvo que salir por lesión. Esta vez dos golpes en la cabeza lo dejaron nocaut. Bronca e impotencia del grandote de Libertad que tuvo que mirar el segundo tiempo desde el banco de suplentes.
Lo de Cesar Tosone es cosa seria. Semanas atrás fue una lesión en la ingle que la lleva consigo desde hace unos años. Probó de todo para sanarla pero lamentablemente tiene que conformarse con estabilizarla para poder jugar.
Y ayer, en la final ante Obreros Unidos, la mala fortuna le jugó una mala pasada. Promediando el ST un pelotazo en la nuca lo dejó atónito. El Dr. Fabricio Ramirez y la enfermera Noemí Brandan pudieron recuperarlo y reingresó al campo de juego. No terminó de entrar que a la próxima jugada en una salida complicada del arquero Martín Guerrero recibió un manotazo en la mandibula que lo dejó out del partido.
Quedó tendido en el suelo y luego de varios minutos de susto cuando pudo volver a si mismo no ocultó su tristeza e impotencia. Quería seguir, actitud propia de un jugador comprometido con la causa al que tenés que sacarlo en camilla para dejarlo afuera. Hasta se molestó con el Profe Franco Suarez que ya había metido el cambio (ingresó Sebastian Alvarez). Era imposible que continúe, la salud (se recuperó) esta antes que cualquier otra cosa y seguramente el Mariscal lo habrá entendido con el paso de los minutos.
Lo de Cesar Tosone es cosa seria. Semanas atrás fue una lesión en la ingle que la lleva consigo desde hace unos años. Probó de todo para sanarla pero lamentablemente tiene que conformarse con estabilizarla para poder jugar.
Y ayer, en la final ante Obreros Unidos, la mala fortuna le jugó una mala pasada. Promediando el ST un pelotazo en la nuca lo dejó atónito. El Dr. Fabricio Ramirez y la enfermera Noemí Brandan pudieron recuperarlo y reingresó al campo de juego. No terminó de entrar que a la próxima jugada en una salida complicada del arquero Martín Guerrero recibió un manotazo en la mandibula que lo dejó out del partido.
Quedó tendido en el suelo y luego de varios minutos de susto cuando pudo volver a si mismo no ocultó su tristeza e impotencia. Quería seguir, actitud propia de un jugador comprometido con la causa al que tenés que sacarlo en camilla para dejarlo afuera. Hasta se molestó con el Profe Franco Suarez que ya había metido el cambio (ingresó Sebastian Alvarez). Era imposible que continúe, la salud (se recuperó) esta antes que cualquier otra cosa y seguramente el Mariscal lo habrá entendido con el paso de los minutos.
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