>> En el partido que Libertad perdió por 2 a 1 frente a
Progresista, el futbol nos regaló otro momento mas que especial: Ezequiel
Albertí, hijo de Waldemar, entrenador del Azulgrana, debutó en primera división.
El pibe actualmente está jugando en Reserva, pero su corazón
de hincha es mas grande todavía y cada partido lo vive de una forma muy
especial. Apostado detrás del banco de suplentes y pegado al alambrado,
Ezequiel es el amuleto de su padre, una cabala sentimental que impresiona y que
va desde gritar los goles cruzando dedos por entre el alambre hasta calmar a
Waldy cuando se le sale la cadena en pleno partido.
Sin dudas, un momento mas que especial el vivido en la noche
del miércoles.
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