>> En Atlético vs. Ferro, los muchachos se dieron de lo lindo. Sin embargo, Meza vio una sola patada de Castillo a Quiroz, le sacó la roja y los de Ferro se le fueron encima. Lo demás, todo licito. Se metió la Policía.
En la victoria del Negro sobre Atlético por 4 a 2, se desarrolló un partido bastante duro y violento, no apto para flojitos de huesos. El mediocampo fue el centro de todas las batallas y los players se barrieron todo.
Pero a los 12’ST estalló la bomba. Diego Castillo emprende el contraataque en paralelo al lateral derecho y cuando cruza la línea de la mitad de la cancha se le adelanta la pelota. Franco Quiroz, marcador central de Atlético sale a cortar y traba fuerte con el delantero de Pinedo. El defensor queda tirado en el piso y automáticamente Roberto Meza a la carrera con tarjeta roja en mano se acerca al lugar de la jugada para expulsar a Castillo.
Cuando los players de Ferro vieron que Meza iba derecho a expulsar al Gringo, automáticamente se le fueron encima al arbitro. También el ayudante técnico Valerio Tadinac se metió al campo de juego no a reclamar sino verduguear al colegiado que luego lo expulsó.
Fue todo muy complicado lo que sucedió por esos instantes. A los de Ferro, furiosos en sus reclamos, se les fue la mano con el árbitro. Algunos mas que pedir explicaciones fueron directamente a pechear a Meza y también se pudo ver como el veterano Luis Machvanin se trenzó a los empujones con el lineman Oscar Cejas que fue a separar.
El lío fue tal que el arbitro tuvo que pedir la intervención policial para sacarse de encima a los jugadores de Ferro y a Castillo que debía retirarse de la cancha por encontrarse expulsado.
Todo esto enfureció también a la hinchada pinedense que pegada al alambrado también reclamó exasperada la decisión del arbitro; y luego de reanudarse el juego le arrojaron un piedrazo al lineman Cejas que por suerte le pego en el brazo y no en la cabeza porque sino estaríamos hablando de algo mucho mas grave que de la simple suspensión de partido.
Estos hechos desnudaron dos cuestiones bastante complicadas: la violencia y el juego brusco con el que se manejan los players en la mayoría de los casos y la falta total de autoridad por parte del arbitro (en este caso Roberto Meza) para cortar ese juego brusco de entrada y para sancionar a aquellos que si se merecían al menos el cartón colorado no solo en los incidentes citados sino en todo el partido.
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