Esta vez, la violencia fue de los mismos protagonistas del espectáculo y todo terminó en esta triste imagen, la de un refer con un rostro espantado que se escapa por el primer agujero que ve y eficientemente custodiado por la policía; como encarnando al delincuente al que acaban de condenar en un juicio oral y que procede a abandonar la sala.
Ni bien se retiraban Sergio Lezcano y Cia, los aplausos comenzaron a bajar de la hinchada visitante conscientes de que el partido no continuaba y de la clasificación de su equipo y que se contraponían con todo Sportivo Pampa que era puros insultos y reprobación a la decisión del arbitro.
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