El doble cinco con Benitez y Gomez (gran apuesta del DT) fue una maquina de mover la pelota de un lado para el otro, esperando pacientes la proyección de un José Laurenza que parecía un volante por izquierda o de Carlos Arce, dueño de un ida y vuelta que enloquece. Leandro Exner tambien apareció y fue otra de las perlas de esta conquista de Juventud: le puso en la cabeza un centro a Duarte que fue lapidario con Marcelo Ramos que parecía invencible. Walter Gorosito, el oportunista de los partidos grosos, entró y metió la que esta vez se perdió Facundo Suarez.
En defensa, como en todo el campeonato, Juventud no tuvo mayores dolores de cabeza, incluso frente a este Comercio que cuenta con apellidos como Mercado, Rios o Jones que no estuvieron inspirados o la pelota les llegó poco.
La victoria en Sylvina fue perfecta, el partido que le ganó Juventud a Comercio quizás habrá sido el funcionamiento que Hildo y su cuerpo técnico habrán imaginado en la pretemporada. Párrafo a parte el estado físico de sus jugadores, una cuenta pendiente en las primeras fechas que logró saldar el PF Eduardo Lopez. Juventud volvió a plasmar su superioridad en el arco rival y ello fue clave para que en los últimos dos partidos pueda decir presente en la siguiente fase, luego de una primera ronda que le costó mas de lo esperado.
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