Por la lesión de Diego Ojeda, Juan Ignacio Abdala volvió a atajar en La Escondida por unica vez. El rosarino contó las razones de su alejamiento: "Se me hizo muy difícil estar lejos de mi familia". Y la de regreso: "Le dije al presidente Frías que cuando me necesitaran iba a dar una mano". "Este equipo tiene unos huevos bárbaros y unos jugadores terribles", comentó el cuidapalos ni bien logrado el pasaje a la próxima fase del Federal B.
"Cuando me fui le dije al presidente del club le que cuando me necesitaran iba a venir, me llamaron para este partido y no tuve otra opción que venir para darle una mano al Rojo; estoy muy contento por este triunfo y esta clasificación.
Vine a buscar revancha, no es fácil estar lejos de la familia, uno lo ve afuera y parece que es algo sencillo. Juventud es una familia que me trata de la mejor manera pero no hay comparación. Me quedé con ganas de atajar, lo hice en el primer partido que ganamos pero en el segundo me lesioné, mucha gente no se había enterado de eso y quedé afuera. Después tomé la decisión de irme porque se hacia muy difícil estar lejos de la familia.
No tuve mucha tarea en el arco en el partido contra San Carlos, igual se pudo apreciar que estoy un poco falto de fútbol, pero yo vine aportar lo mio y creo que pude responder.
Mis compañeros me recibieron de la mejor manera, como siempre desde el primer dia en que llegué y les estoy muy agradecido por la buena onda de siempre. No me perdí ningún partido, los seguí a los chicos desde allá. Salieron a ganar en todas las canchas y en La Escondida se notó las ganas que le ponen en todos los partidos, no me sorprende nada que este equipo haya clasificado porque tiene unos huevos bárbaros y unos jugadores terribles.
Este fue un equipo que se armó al limite, con refuerzos que llegaron sobre los últimos días pero todos tiramos para adelante, yo ahora a lo ultimo y acá están los resultados. ¿El ascenso? Soñar es gratis y a veces se hace realidad. "
"Cuando me fui le dije al presidente del club le que cuando me necesitaran iba a venir, me llamaron para este partido y no tuve otra opción que venir para darle una mano al Rojo; estoy muy contento por este triunfo y esta clasificación.
Vine a buscar revancha, no es fácil estar lejos de la familia, uno lo ve afuera y parece que es algo sencillo. Juventud es una familia que me trata de la mejor manera pero no hay comparación. Me quedé con ganas de atajar, lo hice en el primer partido que ganamos pero en el segundo me lesioné, mucha gente no se había enterado de eso y quedé afuera. Después tomé la decisión de irme porque se hacia muy difícil estar lejos de la familia.
No tuve mucha tarea en el arco en el partido contra San Carlos, igual se pudo apreciar que estoy un poco falto de fútbol, pero yo vine aportar lo mio y creo que pude responder.
Mis compañeros me recibieron de la mejor manera, como siempre desde el primer dia en que llegué y les estoy muy agradecido por la buena onda de siempre. No me perdí ningún partido, los seguí a los chicos desde allá. Salieron a ganar en todas las canchas y en La Escondida se notó las ganas que le ponen en todos los partidos, no me sorprende nada que este equipo haya clasificado porque tiene unos huevos bárbaros y unos jugadores terribles.
Este fue un equipo que se armó al limite, con refuerzos que llegaron sobre los últimos días pero todos tiramos para adelante, yo ahora a lo ultimo y acá están los resultados. ¿El ascenso? Soñar es gratis y a veces se hace realidad. "
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