Ignacio Jerez, de 55 años, como buen fanático de Atlético Concepción decidió concurrir ayer al estadio “José María Paz” junto a sus hijos Marcos y Paula y dos nietos para presenciar el partido entre el equipo de sus amores contra Unión Santiago. Al terminar el encuentro inició el camino de regreso a su hogar. Jamás se imaginó que los salvajes, crueles socios de la muerte, se enfrentarían a balazos sin ningún tipo de problema en plena vía pública. Un proyectil pegó en el pecho de “Cacho”, como era conocido en Banda del Río Salí, y le arrebató la vida. Su nombre pasó el número 306 de la lista de víctimas de la violencia en el fútbol y la 14, en nuestra provincia.
El hombre cayó en la vereda de la esquina de Estoquín y avenida José María Paz. Después de esperar durante más de 10 minutos y al no llegar la ambulancia, se lo trasladó hasta el Centro de Salud en un automóvil particular. Allí ingresó sin vida. Se cree que al menos otras dos personas resultaron heridas, pero ninguna de ellas, hasta el cierre de esta edición, se presentó para ser atendida en los hospitales, por lo que los investigadores sospechan que podrían tener algún tipo de vinculación en el hecho.
“Todo sucedió una vez que terminó el encuentro. Hubo un enfrentamiento entre las facciones de San Antonio del Bajo y de la Plaza”, confirmó Jorge Díaz, jefe de Seguridad Deportiva de la Policía. “Las diferencias entre ambos grupos es bastante antigua, pero se intensificó desde enero pasado, cuando también se pelearon y, en ese incidente, una mujer resultó herida de un disparo. Por eso, desde hace bastante tiempo, ambas facciones de la barra ocupan diferentes tribunas en el estadio”, agregó.
Los mismos simpatizantes de los “leones” confirmaron que en las afueras del estadio se vivió una locura. Los vecinos estiman que fueron entre 20 y 30 los disparos que se efectuaron durante la pelea. Algunos testigos indicaron que además de revólveres y pistolas, a los violentos se los vio utilizando hasta tumberas. Así decidieron disputar el poder de la tribuna. “Tengo que meter a mis hijos debajo de la cama por las balas que disparan los violentos cada vez que juegan en el estadio”, aseguró Estela Elisa Sánchez, que vive cerca del lugar donde se produjo el incidente.
Segunda víctima
Jerez se transformó en la segunda víctima fatal de la pelea que protagonizan los barras bandeños. En octubre de 2012, Pablo Juárez perdió la vida en un enfrentamiento entre los mismos grupos. La Policía confirmó que la facción de San Antonio es la más poderosa, e inclusive, está liderada por un tal “Patada”, que también estuvo involucrado en el primer crimen. Los de La Plaza, que viven en El Palomar, son menos y desde hace bastante tiempo que pugnan por un espacio.
Jérez fue herido a la par de la casa de Betty Vásquez, mujer que recibió un disparo en el cuello el 24 de enero y que salvó milagrosamente su vida. “Por suerte lo puedo contar. Ese día, estaba en la vereda y sentí un dolor. Pensé que había recibido una pedrada, pero mi esposo se dio cuenta que era algo más grave y terminé internada en el Padilla. Han pasado más de cinco meses y nadie hizo nada. Ahora este pobre hombre perdió la vida”, se quejó amargamente la mujer que está casada con un compañero de trabajo del hombre que fue asesinado ayer.
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