Pero Bravo no advirtió que los muchachos no dieron por
vencido el balon y así como vinieron se lo llevaron puesto al presi del payaso:
lo atropellaron como un Scania.
El arbitro Silvio Ruiz automáticamente lo echó aplicando
correctamente el reglamento ante las tiernas explicaciones de Bravo sosteniendo
que no tuvo la intencion de perjudicar al normal desarrollo del juego.
Y esta semana apareció en la resolucion del Tribunal de
Penas, pegadito a los muchachos que boxearon en Hermoso Campo. “Al Sr. Mario
Bravo, ayudante responsable del Club Union y Fuerza, se le hace un severo
llamado de atencion”, dicen Pereyra, Salvi, Cejas, Sorribas y Gimenez; los
abajo firmantes.
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