Se jugaban los 33’ ST de Juventud vs. Ferro. En el medio, Fabio Sánchez se proyecta al ataque. En eso, Oscar Díaz Guerrero va a cruzarlo y choca contra el pinedense. Su cabeza (la cien) da contra el brazo del rival y la espalda tambien impacta contra el suelo. El colombiano queda tirado en el piso y cuando sus compañeros van a asistirlo, se dan cuenta de que no reaccionaba, estaba inmóvil y no respiraba… entró en convulsión.
Rápidamente la desesperación se apoderó de todos y el susto empujó a que una auxiliar de enfermera que estaba viendo el partido en las tribunas de nombre Verónica Serna, proceda a asistir al moribundo Díaz Guerrero mientras los demás jugadores le daban aire con sus camisetas a cuestas.
Pero la enfermera no estuvo sola. La buena predisposición del profe Daniel Perino y el valor de su entrenador Hildo Coria se tradujeron en un trabajo en conjunto para sacar al colombiano del pre infarto. Verónica y Perino, con masajes en el tórax a Díaz Guerrero e Hildo abriéndole la boca con sus manos, permitieron que el colombiano pueda sacar su lengua hacia fuera y de esa manera salvarle la vida a Oscar.
Afortunadamente, Díaz Guerrero reaccionó y pudo levantarse del piso. Ante el aliento de todos los hinchas que se encontraban en el estadio, el colombiano se paró y salio caminando. Se retiró del partido para luego ser llevado en una camioneta particular (porque ambulancia no había) hacia el hospital.
Oscar quedó internado en observación y en el día de hoy le dieron el alta. Seguramente los pasos a seguir serán una cantidad de estudios para ver el estado en que se encuentra el jugador, cuanto va a ser el tiempo de recuperación y lo más importante, si va a poder seguir jugando al fútbol (lo mas importante en su vida) por lo menos en el corto plazo.
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