La selección Argentina "local" se impuso 4 a 2 sobre la de Paraguay, en un amistoso que se realizó 24 horas después de la inauguración oficial del estadio "Centenario - Campeones del Mundo 1978-1986"
El seleccionado de fútbol de Argentina, integrado por jugadores del ámbito local, mostró un buen nivel y ejerció una clara superioridad a lo largo de todo el partido para vencer a Paraguay por 4 a 2, en un amistoso que se llevó a cabo en el estadio Centenario Campeones del Mundo 1978-1986 de Sarmiento, inaugurado 24 horas antes.
Los goles del conjunto albiceleste los convirtieron el delantero Gabriel Hauche, en dos oportunidades, el defensor Federico Fernández y el volante Enzo Pérez; mientras que el atacante Pablo Zeballos y el lateral Elvis Marecos descontaron para el equipo guaraní. Argentina, que jugó uno de sus últimos amistosos con vistas a la Copa América que se llevará a cabo en el país del 1 al 24 julio, tuvo momentos de buen juego, siempre fue superior a su rival, y, además, se destacó por una notable contundencia a la hora de definir en el área rival.
El inicio del encuentro no mostró la mejor versión del equipo que dirige Sergio Batista, ya que estuvo errático en la marca, no manejó con criterio la pelota en la mitad de la cancha y también le faltó conexión entre los volantes y delanteros para atacar a un rival débil. El técnico se equivocó inexplicablemente en el armado del equipo. El 4-3-3 que dispuso en la cancha no tuvo a los mejores intérpretes, principalmente, de mitad de cancha en adelante.
Enzo Pérez y Erik Lamela nunca se sintieron cómodos en su función de delanteros y Diego Valeri y Cristian Chávez no lucieron al tener que marcar y jugar en el mediocampo. ese a eso, los cuatro jugadores, por sus condiciones naturales, dejaron su sello en el estadio del club Sarmiento de Resistencia.
Igualmente, lo mejor del seleccionado se vio por los laterales: Iván Pillud y Fabián Monzón dejaron en claro que pueden integrar la lista final para la Copa América. De hecho, sendas proyecciones por la izquierda de Monzón y por la derecha de Pillud derivaron en los goles de Hauche, a los 8 y 44 minutos del primer tiempo.
En el medio, Zeballos (15m.) había marcado el empate parcial de Paraguay y Fernández (36m.) le había devuelto la ventaja a Argentina. Pero más allá de lo que generó el equipo nacional en ataque, fue muy bueno el trabajo de Fabián Rinaudo en el mediocampo. El volante central de Gimnasia "se comió" la cancha. El seleccionado guaraní ofreció poco y nada a lo largo de todo el partido. Apenas algunas pinceladas de Zeballos y de Orlando Gaona Lugo, el juvenil de Boca.
Sin embargo, en el inicio del segundo tiempo, Marecos acortó la distancia con un cabezazo (10m.). A todo esto, Juan Pablo Carrizo, el arquero que estuvo en el "ojo de la tormenta" en los últimos 15 días por sus errores ante Boca (0-2)y San Lorenzo (1-1), no dio seguridad.
No sólo en el gol de Marecos (se equivocó al no poner un jugador en el primer palo), sino también en el de Zeballos (rozó en Pillud). En las dos conquistas estuvo falto de reacción. Pero Argentina ajustó las marcas, siguió con un manejo prolijo de la pelota y sentenció la historia con el gol de Pérez, tras una brillante jugada de Diego Morales.
El 4-2 final marcó las diferencias entre un equipo y otro. Pero más allá del triunfo, Batista puede irse tranquilo en parte: tiene dos opciones por los laterales (un gran déficit en el fútbol argentino) con Pillud y Monzón (éste en menor medida).
La preocupación viene por el lado de Carrizo, quien todavía no se recuperó de su momento de incertidumbre.
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