Insólito lo que sucedió en el estadio de Juventud. Primero
ingresó Charata Juniors con su casaca alternativa a cuestas y luego lo hizo el
Rojo con dicho color. Hasta ahí todo bien.
Pero cuando se presentó la terna arbitral, ahí se embrolló todo. Miguel Miranda, Raul Sefi y Oscar Cejas, los tres tenian puesto su nuevo informe donado por la Municipalidad de General Pinedo, puramente blanco y cuya camiseta coincidía con la alternativa de Charata Juniors. Hasta el pantalón negro eran iguales.
A todo esto, Miranda igualmente arrancó el partido hasta que Rorys Escalada, ayudante de campo y colaborador activo de Charata Juniors, fue a buscar y entró a la cancha con un juego de camisetas puramente violeta. A los 13’ el arbitro paró el partido para que los jugadores visitantes se cambiaran de cacasa como fin de una insólita situación en la que jueces y jugadores compartian prácticamente el mismo uniforme.
Retos a la terna arbitral, mas que nada a aquel que se encargó de supervisar y hacer firmar las planillas, momento en que los jugadores se convocan con la camiseta ya puesta a partir del cual es posible prevenir este tipo de situaciones que atrasan.
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