Diego Castillo anotó el primer gol del partido, Ferro ganaba y parecia la noche perfecta. Sin embargo, un movimiento brusco en el que "sacudió" su pierna izquierda (contado por el mismo) terminó con su salida del partido en camilla con un insoportable dolor de rodilla. Era tal el dolor que se le tuvo que aplicar un inyectable para aliviar un poco la dolencia.
En su primer diagnóstico el enfermero universitario Enrique Alfonso anticipó que podrían estar afectados los ligamentos cruzados ante la mirada preocupante del cuerpo técnico del equipo ferroviario. Estudios médicos confirmarán o desecharán esta posibilidad.
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