le habia errado a la camiseta y al numero.
El arbitro inmediatamente se dirigió hacia el lineman a
pedir apoyo y Coria le informó que Morinigo había sido el del grito. Camus
reconoció la equivocación y rectractó la tarjeta: la amarilla fue para Oscar
Morinigo.
Luego del episodio, las risas complices entre Juan Coria y el cuarto arbitro Silvio Oscar Ruiz y tambien en las tribunas le pusieron mas onda al clásico entre Atlético y Juventud, a los que en algun momento del partido se sumaron las miraditas de Hugo Camus (de aceptable arbitraje) que tambien se reia de si mismo por la metida de pata. La de risas que habrá sido en el entretiempo en el vestuario de los jueces! El blooper de la fecha.
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