Entre la tierra y el cielo

Las canchas están echas un colchón de tierra y a esta altura un día soleado a un cielo totalmente nublado es lo mismo. La sequía hace parir a mas de uno y cada fin de semana se hace mas difícil jugar al fútbol en medio de una polvadera que te vuelve loco. Ni Los Nocheros trajeron agua a Charata.

Vale la pena mirar el pronostico que hasta hace unos dias y aunque no acertaba una te alentaba con una supuesta lluvia que jamas llegaba, ahora ni eso.
En Libertad, que nunca se caracterizó por tener su campo de juego cubierto de cesped intentan sortear la tierra tirandole unos camiones de agua antes del partido pero parece que peor es ante un viento norte/sur complice de la polvadera. Similar situación para Juventud, Atlético y el mismo Cooperativista que el domingo lo sufrió en carne propia.
¿Un colchon de tierra o un piso de cemento natural? ¿Quebrarte una costilla, romperte la cabeza contra el piso o que se te gasten rapido los tapones? Dificultades que complican todo a la hora de acariciar la pelotita.