Diaz atendió a Godoy y lo sacó del partido. Era tanto el dolor del santiagueño que le pidió a Alfonso que le ponga una pichicata urgente. Alivio para el delantero que según le dijo a FC se asustó feo: "Pensé que me había quebrado". El Tripero se fue gustoso con el empate.
Juan Godoy fue un dolor de cabeza para Juventud. Peligroso a la hora de atacar y colaborador en la marca, el delantero combinó con Luis Leguizamon (otro que la pelea a todas) y se anotó en el marcador.
Pero la tarde tuvo sabor agridulce para Godoy porque en el ST, Hernan Diaz, que recién había entrado, le entró duro en la mitad de la canilla y lo obligó a retirarse en camilla. El dolor era tal que no solo le impidió seguir jugando sino que no se podía parar directamente.
Automáticamente el mismo le pidió al enfermero del partido Enrique Alfonso que después de darle la tranquilidad de que se trataba de un golpe fuerte y no una fractura, le aplique un inyectable. Y así lo hizo el Profe, le bajó el pantaloncito al santiagueño e hizo su trabajo, a la vista de todos como sucede en estos casos.
Al cabo de unos segundos Godoy por fin pudo levantarse y se retiró caminando del campo de juego. Eso si, frotándose la colita porque ahora dolía ahí.
Juan Godoy fue un dolor de cabeza para Juventud. Peligroso a la hora de atacar y colaborador en la marca, el delantero combinó con Luis Leguizamon (otro que la pelea a todas) y se anotó en el marcador.
Pero la tarde tuvo sabor agridulce para Godoy porque en el ST, Hernan Diaz, que recién había entrado, le entró duro en la mitad de la canilla y lo obligó a retirarse en camilla. El dolor era tal que no solo le impidió seguir jugando sino que no se podía parar directamente.
Automáticamente el mismo le pidió al enfermero del partido Enrique Alfonso que después de darle la tranquilidad de que se trataba de un golpe fuerte y no una fractura, le aplique un inyectable. Y así lo hizo el Profe, le bajó el pantaloncito al santiagueño e hizo su trabajo, a la vista de todos como sucede en estos casos.
Al cabo de unos segundos Godoy por fin pudo levantarse y se retiró caminando del campo de juego. Eso si, frotándose la colita porque ahora dolía ahí.
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