Corrió sangre

Así le quedó la cabeza a Pogonza después del botellazo (algunos dicen piedrazo) que le tiraron desde la visitante en pleno festejo del segundo gol de la Coope. Match accidentado y con mucho roce en el Barrio Itatí; pero no hubo expulsados.

Juan Pogonza tuvo que ser atendido por la enfermera del partido y luego vendado para seguir jugando. Pero poco y nada fue lo que pudo resistir, quedó tendido en el suelo y el cambio por Franco Olivera fue instantáneo.

Pero no quedó ahí. Ney Moyano, arquero de Sportivo, tuvo un cruce feo con algunos hinchas de Cooperativista que estaban detrás de su arco. Dicen que levantó un piedrazos y lo tiró al alambrado, pero Juan Amaya, al menos no vio nada sino se tendría que haber ido expulsado.

Después de esa botella llena de gaseosa que impactó en el jugador cayeron dos más durante el partido. Pero el árbitro no lo advirtió nunca y se siguió jugando normalmente. Fue un botellazo que le pegaron a un jugador, un hecho muy grave que ahora se trato “solamente” de un corte en el cuero cabelludo. La vuelta es allá y ojalá que no corra sangre en Hermoso Campo.