También saben perder

En la previa pintaba para un partido tenso, incluso algunos esperaban algún hecho de violencia que parecía inevitable mas allá de quien gane o pierda. Es que la rara sanción de oficio a un Ney Moyano que efectivamente había protagonizado de lo que se le culpaba derivó en un insólito cruce mediático de acusaciones entre el presidente de la Subcomision de Fútbol de Sportivo, Ruben Gimenez, y el mismo Presidente de la liga José Fleita.

Todo esto calentó el partido, no solo condicionando la tarea del arbitro a designar sino despertando la sospecha innecesaria de parte de Cooperativista que mas allá de la ventaja de que al rival le expulsen el arquero titular, también tenia sus miedos con respecto a tal o cual determinación desfavorable del pito, cuyas dudas no iban a tardar en llegar.
Sin embargo, mas allá de algun que otro desencuentro que no pasó a mayores los muchachos cumplieron con un comportamiento correcto dentro del campo de juego. Y la gente de Hermoso Campo esta vez dio el ejemplo. Tiró papelitos, su tribuna se sambuyó entre trapos azules, alentó durante todo el partido, lloró y aplaudió a sus jugadores. Y nos convenció a todos de que las botellas que cayeron en Charata fueron por la irresponsabilidad de los dos o tres idiotas de siempre.
Después de probar por todos lados, finalizó el encuentro y Sportivo se quedaba afuera de la final luego de dos títulos seguidos, de un bicampeonato. La imagen de un Coca Brandan de cucliyas con lagrimas en los ojos manifiesta sin dudas la tristeza del hincha del Velezano. Pero una tristeza piel adentro que para descargarse no necesitó pegarle una trompada al arbitro Juan Coria (de excelente tarea) o romperle el micro al equipo visitante a piedrazos.
A Sportivo esta vez le tocó perder, y lo supieron hacer, dejando en ridículo a los violentos de siempre, la enfermedad crónica de este fútbol de la liga cada vez mas loco.