El Agrario comenzó el torneo con el pie izquierdo: cayó por
5 a 1 nada mas ni nada menos que con Libertad, equipo con el cual ademas habia
perdido la final del torneo anterior. Pero el equipo dirigido por Raul Martinez
a la fecha siguiente le ganó a Atalaya en su estadio por 3 a 0 y a partir de
alli comenzaria una racha de 9 partidos ganados en forma consecutiva, de los
cuales los mas resonantes fueron la goleada de visitante a La Federacion por 7 a 1 y
la victoria sobre Libertad por 3 a 1 que marcó el desquite de aquella primera
fecha. Cooperativista ganaba, goleada y gustaba con la dupla Leandro
Exner-Alexis Rios cada vez mas aceitada, el sacrificio y los goles de Mauro
Duarte, la capitania de Jorge Castillo y el descubrimiento del pibe Maximiliano
Belizan que eran los puntos fuertes de este Agrario invencible.
Pero el barco se hundio en la etapa final. La derrota frente
a San Jorge, el peor equipo del torneo, cayó como un baldazo de agua fria en
Cooperativista y lo metió en un escollo interno del que finalmente nunca pudo
salir. Así y todo, el equipo agrario llegaba a esta ultima fecha con la obligación
minima de empatar para pasar a las semifinales. Pero la presion era mucha: era
tanta la necesidad que tenia Cooperativista de clasificar que despues de
aquella visita negativa a Hermoso Campo los fantasmas de los fracasos de años
anteriores comenzaron a agitarse nuevamente.
Y tuvo el peor fin: Sportivo golpeo con 2 goles en el
amanecer del partido y al cabo de 13 minutos ya ganaba 2 a 0. Mauro Duarte
convirtió el descuento y mas tarde tuvo que retirarse con un desgarro a cuestas
entre lagrimas, otro golpe que pegó durisimo en el equipo mientras el partido
seguia su curso. Lo intentó de todos lados, aunque sin la irradiación
necesaria, pero el empate no llegó nunca y el que pasó a las semifinales fue
Sportivo, de un excelente andar en la ultima parte del torneo, enterrando las
ilusiones de un Cooperativista que 3 fechas antes y con una ventaja
considerable sobre el segundo y el tercero, ya se veía en semifinales.
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