Juguemos muchachos

>> Las simulaciones y exageraciones de codos de F. Suarez, las pinceladas para la tribuna de S. Gorosito; ciertos errores en el arbitraje de Coria y un cruce feo entre Medula y Schoning. Coctel pesado, necesario y suficiente para motivar reacciones violentas en la hinchada. La policia encontró bengalas escondidas en la popular local. ¿Y si colaboramos un poquito?  

Desde el minuto 0 se calentó el Superclásico. ¿De que manera? Por ejemplo, con un caño que le tiró Gorosito a Morinigo el cual le valió una amarilla al de Juventud por tocarlo abajo. En un momento tambien se la piso el volante de Libertad, de gran actuación en la tarde del domingo pero muchas veces tirado de las orejas hasta por el propio Waldemar Alberti por hacer una de mas mirando a su tribuna.

Facundo Suarez por su parte en el PT se dedicó mas a tocarse la cara que a jugar, simulando manotazos y exagerando teatralmente otros a los que acertadamente Juan Coria no compró, salvo una bien clara que le costó el carton amarillo a Tossone. En el segundo tiempo fue donde el pibe se dedicó a jugar desbordando por izquierda y de hecho, las mas claras pasaron por el como cuando sorprendió por detrás a Matias Flores y Cristian Alderete con un cabezazo que desafortunadamente picó en el césped y pegó en el travesaño.

Y la ultima chispa que hizo estallar la bomba fue una pierna arriba de Nino Schoning sobre Medula que suponemos no fue con mala intencion. El ex Cooperativista que recien habia ingresado, reaccionó y fue a buscarlo al de Juventud, demasiado para que la hinchada visitante, mas cerca de la accion, se contagiara y comenzara a arrojar piedras, botellas de gaseosa y a balancearse sobre el alambrado olimpico hasta destruir una de las columnas.

El partido tuvo que ser detenido a los 39’ST. Los efectivos policiales se movilizaron al mando del Jefe de Comando Radioelectrico, Claudio Martinez, quien mas tarde dio las garantias como para que el partido continue.

Según las declaraciones de parte del Comisario Pedro Mambrin, luego de terminado el partido jugadores de ambos clubes fueron a disculparse por su comportamiento dentro del campo de juego que desgraciadamente se trasladó hacia los espectadores provocando entre otras cosas que el espectaculo estuviera ahí de no continuar.

A todo esto, en la ultima inspeccion horas antes de iniciar el Superclásico, la policía, supervisada por el Comisario Inspector Carlos Galarza, encontró escondidas detrás de la tribuna local, decenas de bengalas listas para ser encendidas en un nuevo acto de rebeldia innecesaria que siempre termina perjudicando al propio club.