El testimonio de Graciela Guerra a Noticias del Sudoeste: “Todo esto comenzó el 9 de julio, haran 17 dias
aproximadamente, pero fueron 8 dias muy complicados que no los voy a olvidar
por el resto de mi vida. Fueron dias muy
angustiantes, muy tristes. Fue algo inexplicable en los que de un momento para
otro mi hijo pasó de estar conversando conmigo a verlo al borde de la muerte, a
decirme que habia que trasladarlo de manera urgente a Resistencia pero que si
lo hacian no iba a llegar, que tenia que firmar algo para que el entre lo mas
antes posible en cirugia, eso fue muy triste, algo que no se puede explicar. En
un momento, como veia que todos los caminos estaban cerrados, lo puse a mi hijo
en las manos de Jesus. Me acuerdo que le dije al cirujano que lo dejaba en las
manos de Jesus y que el iba a saber si fallarme o no, o si me correspondia a mi
tenerlo a mi hijo.
Me acuerdo que no podia firmar, puse las iniciales porque no
me salia mi nombre y ahí comenzaron a preparar la sala y lo metieron en
cirugia.
La cirugia duró 3 horas y 20 minutos que fueron una
eternidad porque parecia que no salia nunca. Anteriormente me habian dicho que
el habia tenido dos convulsiones de las cuales habia zafado y no sabian si iba
a aguantar la cirugía. Pero aguantó, salió todo bien y cuando salió el cirujano
me dijo que la cirugía se habia realizado con éxito pero que habia que esperar
72 horas.
Despues de que pasaron esas 72 horas el seguia dormido y te
daban un solo parte por dia en el que siempre decia lo mismo, que iba evolucionando
bien pero que habia que esperar a que se despierte y asi pasaron los 8 dias.
Despues de esos 8 dias el se despertó, abrio los ojitos y se encontro con la
mama del lado de los pies y yo estaba ahí temblando. No sabia si hablarlo o no
hablarlo, no es que abrio del todo los ojos si no que pestañaba. Yo le pedia a
Dios que me de fuerzas para no largarme a llorar y en un momento el me agarra y
me dice “Ma, ma” y asi fue todo. Al otro dia a el lo sacan de terapia
intensiva, lo mandan a una habitación comun, de un lunes al martes. Y el martes
a la noche tuvo una recaida, otra tristeza para nosotros porque decia que
estaba perdido. Estuvo el martes a la noche perdido y todo el miércoles
tambien. Nosotros ibamos a encararlo al cirujano y a la medica clinica y ellos
nos decian que “eso podia pasar porque el golpe habia sido muy fuerte”. Luego a
el le hicieron otro estudio que arrojó que haba que sacarle un liquido de la
columna vertebral para saber si pudo haber agarrado meningitis. Lo bueno de eso
fue que a la hora u hora y media pudimos ver los resultados: salio negativo
gracias a Dios. Eran las 3 de la mañana y el seguia si dormir, seguia delirando
hasta que en un momento el papá le dijo: “Ezequiel tenes que dormir, tenes que
dormir” y el decia que no podia dormir.
Hacia dos noches que el no dormia y el cirujano le decia que tenia que
descansar porque su cerebro todavia era una gelatina.
El padre volvio a dirigirse hacia el y le dijo que ponga sus
manos en el pecho y que le pida a Jesus que por favor lo haga dormir porque
tenia que descansar. El le hizo caso y despues de poner su cabeza en la
almohada quedó dormido hasta el otro dia a las 8 de la mañana y a partir de
alli empezó su recuperación con mas fuerza. A la mañana, a la tarde y a la
noche evolucionaba hasta que comenzó a caminar a comer hasta el dia de hoy. Sin
la ayuda de Jesus yo a mi hijo no lo podia haber tenido acá.
Fue todo muy triste, pero hoy por hoy estoy contenta. Cuando
me dijeron que el podia volver a casa se me pasaron miles de cosas por la
cabeza. Dios no nos abandonó ni a mi ni a mi hijo, nunca voy a a dejar de agradecerle
que me lo haya dejado a mi hijo conmigo.
Nosotros no vamos a iniciar acciones legales contra nadie y
lo hablamos con mi marido. Todo va a quedar en manos de Dios que es quien nunca
se equivoca. Nos han hablado abogados pero así como nos hablaron les deciamos
que no porque mi foco está en mi hijo y no me interesa recibir nada, no podria.
No vamos a hacer nada mas que agardece a toda la gente que nos estuvo
acompañando y que sin conocernos nos mandaban mensajes de texto.
Si tendria enfrente a la persona que lo golpeo a mi hijo con
esa piedra, le diria que tome conciencia y que no lo vuelva a hacer porque mi
hijo estuvo al borde de la muerte. Yo no soy nadie ni para juzgarlo ni nada,
pero si vendria a conversar a mi casa lo recibiria sin problemas".
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