8 de diciembre de 2015

Nos agotó a todos

Al margen de la fiesta que significó la final entre Juventud y Libertad, pasaron cosas que demostraron por qué estuvo de más el tercer partido. Estadio en dudosas condiciones, arbitro repetido, jugadores exhaustos y atenciones que dejaron mucho que desear.

Las fotos lo dicen todo, la final entre Libertad y Juventud fue un gran éxito, desde el punto de vista futbolístico donde los muchachos se rompieron el alma hasta las recaudaciones que fueron record.
Pero en el tercer partido pasaron cosas que no debieron haber ocurrido y que confirman que este estuvo de más. Primero, los jugadores llegaron con las últimas gotas de combustible en su estado físico y la cabeza quemada a esta final. Por el lado de Libertad hubo algunos que jugaron en una sola pierna, urgidos por un plantel cortísimo. Y a Juventud no le sobraba mucho tampoco, con futbolistas que se la pasaron todo el año jugando domingo por el Federal B y miércoles la liga, en muchos de los casos jugar dos partidos en dos días inclusive. Lo dejaron todo en tres batallas que disputaron con 40 grados de calor.

Por otra parte, la elección del árbitro fue muy polémica una vez más. Miguel Miranda venia de dirigir el segundo partido pero nuevamente fue designado (dicen que por sorteo) para arbitrar en el tercero. Llama la atención esto porque pareciera que el referato de la Liga del Noroeste depende de un tipo de 65 años para sacar adelante una final, y mas si se tiene en cuenta que Miranda ha tenido actuaciones que alternó buenas con malas en este Juventud-Libertad, y es lógico. ¿Era necesario comprometer nuevamente a alguien que ya había cumplido con su tarea una semana antes?

Cuando se habló de una cancha neutral para este tercer partido todos miramos a Atlético Charata como el escenario ideal. Pero no todo fue tan así. Durante la semana no cayó bien que desde la dirigencia del dueño de casa se pidiera 20 mil pesos por el alquiler de sus instalaciones cuando un año atrás había jugado gratis en los estadios de Juventud y Libertad al momento en que se encontraba reparando el suyo. Pero durante este domingo se pudieron observar serios desarreglos en la cancha del Fortín que hasta aquí habían pasado desapercibidos.

Al margen de una montaña de tierra y de un arco del fútbol infantil que no sabíamos que hacían dentro del campo de juego, al menos en Charata hace tres o cuatro años que un alambrado olímpico no se viene abajo. La última vez había sido en la final del 2011 cuando en la cancha de Juventud primero y luego en la de Libertad columnas y tejidos nuevos inclusive cayeron ante el festejo de un gol. Las dirigencias de ambos clubes, incluso de Cooperativista tomaron nota y han reforzado marcadamente estos sectores de sus estadios con columnas doble y otras herramientas para que este incidente no vuelva a ocurrir.

En la cancha de Atlético esto pasó y pudo haber sido una tragedia. Una vez consumado el campeonato hinchas de Juventud terminaron de tirar abajo el alambrado, invadieron la cancha y se pudo ver a algunos que estaban con su espalda debajo de una columna de cemento pero que afortunadamente no pasó a mayores. Efectivos de la policía que estaban afectados al operativo tuvieron que convertirse en cancheros y profesionales en la colocación de tejidos y colaborar para que el partido no tenga que suspenderse por la caída del alambrado olímpico. A algunos les tocó martillar palos y tirar alambres para sostener las columnas de cemento.

La Comisión Directiva de Atlético Charata mostró su indignación al ver destrozado aquel sector de su estadio, reclamó una indemnización que le será contribuida y tienen razón. Pero también ya es el momento de empezar a renovar las columnas del alambrado olímpico que parecen ser antiguas o reforzarlas porque a esta altura no se pueden venir abajo ante el inevitable festejo de un gol. Tampoco nos vamos a hacer los exquisitos porque si vamos por cuestiones reglamentarias ningun estadio de la Argentina estaria habilitado para jugar y sabemos que la realidad económica de los clubes es muy dura, pero tratemos de empezar por evitar estos accidentes que pueden terminar en tragedia.

Lo que mas irritó a todos fue la pésima atención al publico. Las cantinas (que estaban a cargo de Juventud y Libertad) increíblemente se quedaron sin bebidas ni bien iniciado el entretiempo y todos, inclusive los muchachos de prensa que estábamos trabajando nos tuvimos que comer tres horas con un sol insoportable de frente sin probar una sola gota de agua.

Y a la hora de la entrega de premios llamó la atención que, como sucedía siempre, ninguna autoridad de la Liga del Noroeste se acercara para realizar tal ceremonia. Se lo pudo ver a Mariano Gonzalez, presidente de Libertad y representante de Halgon Servicios, totalmente solo y tuvo que bancársela solo para entregar los trofeos y colocarles las medallas a los 16 jugadores e integrantes del cuerpo técnico del campeón.

Los presidentes de Juventud Unida y Libertad con su CD detrás le pusieron el cuerpo a esta final y trataron de que salga lo mejor posible con presentaciones de equipos al estilo Champions League que incluyeron a los jugadores acompañados de chicos de divisiones infantiles del equipo contrario, la exhibición de los trofeos, la entrada de una bandera de ceremonia y la entonación del himno nacional. Pero la próxima, por favor, definámoslo en dos partidos nomas porque esta vez nos agotó a todos, incluyendo a ustedes mismo.














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