CON TODA LA FUERZA

El Fortín se recuperó y volvió a ganar. Goleó por 3 a 0 a Unión y Fuerza y de esa manera consigue su segunda victoria en lo que va del Clausura.

Atlético Charata venía de perder con Ferro por 2 a 0 y había sufrido la expulsión de Dino del Balso. Pero la novedad mas sobresaliente fue la ausencia de Enzo Díaz en el arco. Hasta ahora no se han conocido motivos claros ni oficiales. Mientras que Unión y Fuerza, había ganado como local por 2 a 0 frente a Atalaya.

El primer tiempo fue de trámite parejo. Los equipos se disputaron la pelota en la mitad de la cancha y las ofensivas que implementaban eran por medio de contragolpes. Para colmo, el viento sur era un obstáculo que los jugadores debían superar.

Hablábamos de contragolpes, y el que tuvo algunas chances por medio de jugadas rápidas fue la visita. Unión y Fuerza encontraba su fuerte en los pases de Cristian Giménez y en las corridas de Mauro Ledesma. Atlético Charata, por su parte tuvo buenos resultados adelantando en el campo a Maximiliano Paz dejándolo como delantero y atrasando a Arold Seifi quien esta vez pasó a jugar de numero 5. 

El Fortín no daba con poder efectuar situaciones claras de gol hasta que sobre el final del primer tiempo, mas precisamente a los 42´, Cristian Barrios logra partir habilitado y al quedar solo con el arquero Mario Bravo le cruza un remate a la derecha para decretar la apertura del marcador.

Comenzado el segundo tiempo, el partido seguía su trámite parejo. Unión y Fuerza seguía con embates a la defensa local. Cristian Gimenez, figura de la visita, era el responsable de las ofensivas. Atlético Charata que a esa altura del partido ya había sufrido la lesión de su arquero (Nelson Torres, en su lugar ingresó Darío Serrano), dependía de la ligereza de Luciano Sueldo para lastimar la defensa de Unión y Fuerza. Ese fue el contexto de todo el segundo tiempo: contraataques por ambos lados. 

Sobre el final del partido, Atlético Charata logró liquidarlo.  A los 43´ y a los 46´, Maximiliano Paz y Fabricio Pho respectivamente fueron los encargados de encestarle los golpes finales al rival y despejar cualquier tipo de dudas sobre el triunfo del Fortín.

Miguel Miranda pitó el final del partido para desatar la alegría de la parcialidad local que se había acercado en una cantidad aceptable teniendo en cuenta las inclemencias del tiempo.

El Fortín volvió a la victoria y de esa manera consigue aliviar la situación. A pesar de encontrarse lejos de la punta, se podrá encarar el próximo partido en una semana tranquila para jugadores y cuerpo técnico.