PONELE EL TÍTULO

Ante un Coliseo Rojo colmado, Juventud Unida y Cooperativista igualaron 2 a 2. En un gran partido jugado por ambos, el Rojo le tiró encima la camiseta y la mística, pero el Agrario, con fútbol, pudo llegar a la igualdad. La figura, Nelson Médula.

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El Coliseo estaba preparado para la gran batalla. Arriba en las tribunas, las bandas sinfónicas sonaban más estridentes que nunca para recibir a sus soldados hambrientos de gloria. A las 22:00 hs. en punto, comenzó la gran final esperada por todos. Señoras y señores, para todos ustedes, Juventud Unida vs. Cooperativista.

El comienzo del partido fue de trámite parejo. Cooperativista tenía la pelota en su poder con un medio campo bastante ordenado. Juventud Unida por ese entonces, atinaba a esperar a la visita en su terreno y ver la posibilidad de desprender un contragolpe.

En el Agrario, Nelson Médula era clave en la recuperación de pelotas, Alexis Ríos no se llevaba bien con el balón y Rolando Yulán era la vía de ataque del Fortín. En el local, una defensa muy bien parada era la que tenía por esos momentos, una gran tarea era la que cumplía Eric Seifi y los contraataques eran protagonizados por sus grandes delanteros, Mauro Rodríguez Díaz y Oscar Morínigo y con la participación también de Marcelo Shchoning.

A los 27´ y 28´, se pone lindo el partido. Un cabezazo potente de Lucas Bois es despejado en la raya por Marcelo Lupercio y ahí nomás en el contragolpe, Rodríguez Díaz saca un remate por la derecha que es apenas desviado por Enzo Cipolletti por arriba del travesaño.  

A los 30´ llega la apertura del marcador. Un centro desde la derecha, en el cual la pelota pica en el área y le sobra a Jorge Castillo. Esto es aprovechado por Morínigo, bien ubicado detrás del defensor, quien de cabeza la coloca en el ángulo de manera inalcanzable para el arquero Sergio Mena dando lugar a un alocado festejo.

Juventud Unida estaba entonado y a los 32´ un nuevo contraataque, termina en un penal no cobrado por el árbitro Ricardo Meza a Morínigo y con un golpe fuerte a Sergio Mena que a pesar del dolor e igualmente lesionado, jugó todo el partido.

Pasada la adrenalina de esos 5´ intensos, el partido volvió a su trámite parejo. Los jugadores de ambos equipos daban todo lo que se tenía que dar en un clásico. Si hay algo que no se les puede cuestionar a los players, es la entrega y el sacrificio que derrocharon en todos los sectores de la cancha. Cooperativista intentaba igualar el tanteador pero sus ofensivas no eran peligrosas para llegar a tal fin. Pero a los 42´, el Agrario consigue lo que tanto buscaba. Un corner por la derecha bien ejecutado por Leandro Exner al corazón del área, encuentra la cabeza en solitario de Lucas Bois quien de frente al arco, define abajo para luego dedicarle el gol a un familiar o amigo al costado de la cancha.

A partir de allí, la intensidad con la que se vivía el clásico traspasó los límites y el primer tiempo terminó con pequeños incidentes, luego de una jugada fuerte protagonizada por el arquero de Juventud Unida, Juan Redschuk y Alexis Ríos.

El segundo tiempo no fue igual al primero. Un muy bien parado Cooperativista monopolizó la pelota y era quien dirigía las huestes del clásico. Nelson Medula era ya la figura del encuentro y Juventud Unida no encontraba el balón. Lo que se destacaba era la buena contención de parte de Enzo Cipolletti quien por fin podía reducir al electrizante Rodríguez Díaz. Las ofensivas del Agrario se construían otra vez por la izquierda. Yulán era imparable y Alexis Ríos bombardeaba el arco del “Flaco” Redschuk quien respondía fielmente a todos los disparos.

En un momento Juventud Unida pudo salir de su campo como siempre por medio del contraataque. Y los 23´ luego de una jugada confusa, Marcelo Schoning logra quedar solo frente al arquero y con un bombazo de bolea la coloca de manera inalcanzable para desatar la locura de toda la hinchada y del Pueblo Rojo. Con lágrimas, “Nino” Schoning recibía su gol que marcaba por qué no la vuelta a aquellos niveles futbolísticos que tanta satisfacción le dio a sus hinchas.

 

Así y todo, el Agrario seguía su buen ritmo. Con un mediocampo perdido por parte de Juventud Unida, Redschuk era la figura del local. Alexis Ríos comandaba las ofensivas de Cooperativista que cada vez eran más peligrosas.

A los 30´, un nuevo centro por la izquierda se desvía en el área y habilita a Alexis Ríos para que este defina ante el arquero. Ríos anota para su equipo para decretar el 2 a 2 y de la misma manera cumplir con la ley del ex. Recordemos que hace un año, Alexis Ríos jugó una temporada en el Rojo.

Después del gol, ambos equipos bajaron la adrenalina. Solo un par de jugadas mas o menos peligrosas fueron las que cerraron el partido y el desgaste físico tuvo mucho que ver en ello. A excepción de una gran chance de gol  para el Rojo de llevarse el clásico. En un avance a pura fuerza, Rodríguez Díaz avanza a pura gambeta desprendiéndose de algunos defensores del Agrario hasta llegar al arquero a quien también gambetea pero otros jugadores lo encierran y no le dan ángulo para definir y Juan Pogonza termina por despejar el peligro.   

El árbitro Ricardo Meza de regular tarea pitó el final del partido. Todos los protagonistas se saludaron recíprocamente dejando de lado los pequeños roces lógicos de todo clásico. Y las hinchadas también se fueron contentas. Un marco espectacular de fanáticos que se fueron felices de ver un gran partido que tuvo de todo: buen fútbol, entrega y sacrificio de los jugadores, roces lógicos y sobre todo, el colorido de las hinchadas.

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