A los 10’ST, Juventud ganaba 2 a 0 y estaba por patear un penal. Pero los estupidos de siempre hicieron de las suyas y Arevalo tuvo que suspenderlo.
Hacer de las suyas significa amenazar a sus jugadores, romperlo todo a su paso, tirar piedras, suspender un partido. Y son mas estupidos todavía porque tirando piedras y haciendo suspender el partido perjudican a su equipo, a su propio cuadro por el que tanto hinchan y por el que dicen dejar la vida.
Si dejar la vida por el club que amo es como dijo hace poco Jorge Castillo el romperse la cabeza por 10 o 15 pesos que ni siquiera a veces abonan por la entrada, estamos al horno.
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