27 de julio de 2012

De vuelta a casa

>> Ezequiel Cardozo, hincha de Obreros agredido en Charata, comenzó con su recuperación que avanza a pasos agigantados y ya está en su casa. “Fueron dias angustiantes y tristes”, “Lo puse en las manos de Jesus y Dios me lo dejó conmigo” y “Si la persona que le pegó a mi hijo vendría a conversar en mi casa, lo recibiria”; algunas de las frases desgarradoras de su mamá, Graciela Guerra que también agradeció “el apoyo de todos los que nos han acompañado”. Fuerza loco…


El testimonio de Graciela Guerra a Noticias del Sudoeste: “Todo esto comenzó el 9 de julio, haran 17 dias aproximadamente, pero fueron 8 dias muy complicados que no los voy a olvidar por el resto de mi vida.  Fueron dias muy angustiantes, muy tristes. Fue algo inexplicable en los que de un momento para otro mi hijo pasó de estar conversando conmigo a verlo al borde de la muerte, a decirme que habia que trasladarlo de manera urgente a Resistencia pero que si lo hacian no iba a llegar, que tenia que firmar algo para que el entre lo mas antes posible en cirugia, eso fue muy triste, algo que no se puede explicar. En un momento, como veia que todos los caminos estaban cerrados, lo puse a mi hijo en las manos de Jesus. Me acuerdo que le dije al cirujano que lo dejaba en las manos de Jesus y que el iba a saber si fallarme o no, o si me correspondia a mi tenerlo a mi hijo.
Me acuerdo que no podia firmar, puse las iniciales porque no me salia mi nombre y ahí comenzaron a preparar la sala y lo metieron en cirugia.
La cirugia duró 3 horas y 20 minutos que fueron una eternidad porque parecia que no salia nunca. Anteriormente me habian dicho que el habia tenido dos convulsiones de las cuales habia zafado y no sabian si iba a aguantar la cirugía. Pero aguantó, salió todo bien y cuando salió el cirujano me dijo que la cirugía se habia realizado con éxito pero que habia que esperar 72 horas.
Despues de que pasaron esas 72 horas el seguia dormido y te daban un solo parte por dia en el que siempre decia lo mismo, que iba evolucionando bien pero que habia que esperar a que se despierte y asi pasaron los 8 dias. Despues de esos 8 dias el se despertó, abrio los ojitos y se encontro con la mama del lado de los pies y yo estaba ahí temblando. No sabia si hablarlo o no hablarlo, no es que abrio del todo los ojos si no que pestañaba. Yo le pedia a Dios que me de fuerzas para no largarme a llorar y en un momento el me agarra y me dice “Ma, ma” y asi fue todo. Al otro dia a el lo sacan de terapia intensiva, lo mandan a una habitación comun, de un lunes al martes. Y el martes a la noche tuvo una recaida, otra tristeza para nosotros porque decia que estaba perdido. Estuvo el martes a la noche perdido y todo el miércoles tambien. Nosotros ibamos a encararlo al cirujano y a la medica clinica y ellos nos decian que “eso podia pasar porque el golpe habia sido muy fuerte”. Luego a el le hicieron otro estudio que arrojó que haba que sacarle un liquido de la columna vertebral para saber si pudo haber agarrado meningitis. Lo bueno de eso fue que a la hora u hora y media pudimos ver los resultados: salio negativo gracias a Dios. Eran las 3 de la mañana y el seguia si dormir, seguia delirando hasta que en un momento el papá le dijo: “Ezequiel tenes que dormir, tenes que dormir”  y el decia que no podia dormir. Hacia dos noches que el no dormia y el cirujano le decia que tenia que descansar porque su cerebro todavia era una gelatina.
El padre volvio a dirigirse hacia el y le dijo que ponga sus manos en el pecho y que le pida a Jesus que por favor lo haga dormir porque tenia que descansar. El le hizo caso y despues de poner su cabeza en la almohada quedó dormido hasta el otro dia a las 8 de la mañana y a partir de alli empezó su recuperación con mas fuerza. A la mañana, a la tarde y a la noche evolucionaba hasta que comenzó a caminar a comer hasta el dia de hoy. Sin la ayuda de Jesus yo a mi hijo no lo podia haber tenido acá.
Fue todo muy triste, pero hoy por hoy estoy contenta. Cuando me dijeron que el podia volver a casa se me pasaron miles de cosas por la cabeza. Dios no nos abandonó ni a mi ni a mi hijo, nunca voy a a dejar de agradecerle que me lo haya dejado a mi hijo conmigo.
Nosotros no vamos a iniciar acciones legales contra nadie y lo hablamos con mi marido. Todo va a quedar en manos de Dios que es quien nunca se equivoca. Nos han hablado abogados pero así como nos hablaron les deciamos que no porque mi foco está en mi hijo y no me interesa recibir nada, no podria. No vamos a hacer nada mas que agardece a toda la gente que nos estuvo acompañando y que sin conocernos nos mandaban mensajes de texto.
Si tendria enfrente a la persona que lo golpeo a mi hijo con esa piedra, le diria que tome conciencia y que no lo vuelva a hacer porque mi hijo estuvo al borde de la muerte. Yo no soy nadie ni para juzgarlo ni nada, pero si vendria a conversar a mi casa lo recibiria sin problemas". 

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