Juventud empató en cero con
Sportivo y sumó su segundo partido y en su cancha sin poder embocarla. Tiene la
pelota pero no lo refleja en el marcador. ¿Presión? ¿Ansiedad?. El Rojo
no le encuentra la vuelta y tiene que abrírsele el arco ya si quiere seguir con vida en el
TDI.
Esta vez Juventud no llegó tan
claro a diferencia del cotejo vs. Comercio y estuvo falto de ideas para romper
la sólida defensa que plantó el rival. Solo remates de media y larga distancia,
algunos de ellos con peligro fueron las situaciones de gol que generó mas los
pelotazos desesperados de Miguel Caro para los delanteros en los últimos
minutos. El entrenador probó por todas las formas posibles, realizó todas las
modificaciones de jugadores y de tácticas que pudo pero Gustavo Soto y Ramiro
Sakz devolvieron todo y el local no pudo hacer nada ante ello.
En estos tres partidos en su
cancha solamente pudo concretar en el primero (cuatro goles), pero después se
encontró con contrincantes que jugaron a defenderse y lo bien que hicieron, táctica
que le permitió a Comercio llevarse la victoria a Santa Sylvina y a un Sportivo
con varios lesionados un punto valioso.
Habrá que ver que es lo que
propondrá Juventud en estos dos partidos que le quedan donde si es la presión y
la ansiedad que genera la localía lo que le juegan una mala pasada; el
escenario visitante puede ser bienvenido en un equipo que tiene el grito
ahogado y necesita urgente que se le abra el arco porque la tabla apremia.
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