15 de junio de 2015

Son complicados

Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas neutrales de Bella Vista de Tucuman dejaron mucho que desear en su paso por la Perla del Oeste. Amenazas permanentes al rival, agresiones a los líneas, provocaciones a la tribuna local y hasta aprietes de parte de periodistas al árbitro del partido tuvieron lugar en el Coliseo Rojo. El Federal B se hace sentir.
Todo comenzó con un cruce de palabras entre el entrenador de Juventud Waldemar Albertí y el de Bella Vista Mauricio Galvan camino a los vestuarios en el entretiempo. El primero le habría dicho “dejen de renegar y jueguen al fútbol” al otro, quien reaccionó de manera escandalosa. Esto derivó en un amontonamiento de jugadores y dirigentes, mas de los visitantes, con insultos y amenazas de parte del mismo Galvan: “Ya van a ir para allá ustedes, nosotros no somos nada buenitos allá eh”; fueron algunos de los gritos del entrenador.
Luego de que se calmaran las aguas y ya con los equipos en los vestuarios, la policía local procedió a la expulsión de tres colaboradores de Bella Vista de Tucuman. 
Pero el asunto no terminó allí. La cosa siguió en el segundo tiempo donde los muchachos se desconocieron nuevamente, hasta Lucas Lugo que estaba en el banco de suplentes local se metió en el campo de juego no se sabe a qué. El arbitro solamente atinó a sacar tarjetas amarillas a un par de jugadores. Se guardó la roja para Marcelo Ledesma que a los minutos pegó una patada descalificadora  Cristian Toledo. 
Pero la acción más insólita la protagonizaron periodistas tucumanos. Según testigos, en el entretiempo e inmediatamente después de aquella escaramuza, un par de colegas y un dirigente del Club Bella Vista de Tucuman han ingresado al vestuario de la terna arbitral, haciéndole preguntas algo incomodas al colegiado principal no se sabe con qué intención. 









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