25 de junio de 2013

Un cabeza dura

>> En el primer ataque de Huracán, Gamarra tiró el centro y Exequiel Nalda trabó con Fabricio Gonzalez: el delantero lo hizo con la punta del botin y el arquero de CHJ con la cabeza. Cuando todos pensaban que tan solo era un roce común, el cuidapalos quedó tendido en el piso y no reaccionaba.

Rápidamente tomó intervención Noemí, la fantástica enfermera que brinda sus delicados primeros auxilios en los espectáculos futbolísticos de la ciudad y con "manos de madre" asistió al inconsciente jugador que al cabo de segundos pudo volver a la normalidad, a medias.
Gonzalez se levantó pero con ciertos mareos y a pesar de la advertencia de la misma enfermera y el arbitro, siguió en partido donde con el pasar de unos largos minutos logró recuperar totalmente la lucidez.