Pero cómo, no es que recién empezó el torneo; se preguntará
Ud. estimado lector. Obvio. Viernes, sábado y domingo se jugó la primera fecha
del campeonato. Y también acaba de pasar el primer fin de semana de calor “en
serio” después de tanto tiempo.
Nuestro amigo el sol y su química especial con la tierra se
hicieron presente en todos lados; y las canchas de Defensores, Atlético, Ferro
y Sportivo los cobijaron durante 90 y tanto minutos; suficientes como para
arruinar un partido de futbol por el que tanto se trabajó en la semana. En
Libertad jugaron a la noche y zafaron; idem para el Agrario de Las Breñas que
se avivó y jugó un poco mas tarde que todos en esa alfombra verde que tiene de
cancha.
Se sufre adentro y afuera del campo de juego. Y los
muchachos se bancan los 35 o 40 grados, corriendo hasta lo que les da y
metiendo fuerte en la polvareda (aunque a algunos se les va la patita, no).
Pobres rodillas cuando compran terreno en esos sectores que la tierra está bien
firme como un cemento. Y los que están siempre, en las buenas y en las malas
también cumplen, con teres o una Levité de por medio.
¡Bendito Juan Amaya cuando a los 15’ PT ya ordena el tiempo
de refrescarse en lo de Atlético-San Jorge!
La ciudad se pierde entre la polvareda del viento norte y el
campo ve agonizar el algodón y el ganado. Cuándo va a llover, es la pregunta
que retumba en todo el norte argentino. Mientras tanto y volviendo a lo
nuestro, liga y clubes tendrán que ponerse las pilas y cuidar a los muchachos:
hay que jugar un poco mas tarde de las cuatro y media o cinco vespertino; digo
para no andar a las corridas después, ¿no?
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