8 de abril de 2011

LE QUEDÓ CHICO

Tiene 15 años, pasó por todos los clubes de Charata, la rompió en Poma y ya ataja en primera. Si, le acertó. Agustín Sorribas se comió el arco en el Clásico y su familia, el equipo y hasta el propio Hildo están cholulos con el. Crónica de un talentoso pibe, dueño de rápida carrera cuyo techo en este momento es desconocido.

El de Sáenz Peña, Bocha Caro está suspendido y no puede atajar todavía. Faltaba poco para el clásico. Coria miró a los costados y vio a Agustín. El pibe la rompió en Poma jugando en el Nacional Sub 15 pero es muy chico para tirarle toda la responsabilidad en esta clase de partidos.

Los días pasaban y el clásico estaba ahí nomás. “Qué hacemos, estamos sin arquero”, dijeron nuevamente en el cuerpo técnico. Otra vez la mirada puesta en Sorribas y había tomar una decisión urgente: Agustín, tenes que salir a la cancha.

Todo un desafío para el pibe. Con tan solo 15 años estaba a punto de jugar un clásico. Y así fue. En la magnifica tarde del domingo, un colmado Coliseo Rojo esperaba ansioso el ingreso del equipo y entre los jugadores se iba a encontrar a Agustín.

Comenzado el partido, en los primeros minutos el pibe tuvo alguna que otra complicada. Centro que caía al área era una prueba de fuego para Sorribas que andaba a los manotazos limpios y en ese momento, su peor enemigo era un tibio pero cargoso sol que desde el oeste hacia brillar la cara del pibe.

Así fueron pasando los minutos y ya en el segundo tiempo, desde atrás del arco, familiares, amigos y todo hincha del Rojo arengaban a Agustín como dándole una contención tan amistosa que hacían sentir al pibe la sensación de estar jugando un picadito junto a sus amigos en la canchita del barrio.

26’ ST, centro complicado de Pho al área del Rojo que toma como destino la cabeza de Darío Coronel. El central se eleva y en forma dificultosa alcanza a conectarla, acción suficiente como para que el balón tenga destino de red. Pero en el arco estaba Sorribas. El pibe, con amor propio de arquero audaz se tira hacia el palo izquierdo y en dos oportunidades y con manotazos sedientos de pelota, Agustín llega a rosar el balón evitando la caída de su valla y desatando calurosos aplausos desde la Marea Roja que orgullosos de criarlo en su cuna cantaban su nombre.

Final del partido y con el gol del otro pibe, Suárez, el Rojo ganó. El abrazo y las felicitaciones de cuerpo técnico y jugadores no se hicieron esperar. Hildo no se contuvo y expresó a los cuatro vientos: “Estoy muy contento por ellos, por Sorribas por ejemplo, un chico de quince años que tiene un futuro enorme. Le tocó atajar hoy en el clásico porque Caro esta suspendido y creo que respondió a todas las expectativas que teníamos”.

Esto le pasó a Sorribas el domingo. Hace un año, con tan solo 14 años ya había jugado en primera contra Sportivo. Pero esta vez era un clásico y la camiseta pesaba el doble. No hace falta decirlo, el pibe cumplió y haciendo más de lo que pidieron, con 15 años, respetó e hizo respetar el difícil arco de Juventud Unida.

1 comentario:

  1. Orgullosa por ser la madre, es un gran arquero y tiene un enorme futuro

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