A los 7', penal para Libertad. Chufu Mercado, goleador del equipo, se encarga de ejecutarlo pero se encuentra con las manos del gran Claudio Ramos. Saque de arco, Matias Flores quiere jugar con Cristian Alderete por la derecha pero se queda corto, Enzo Brandan la toma y despues de recorrer un par de metros no le da tiempo a que se recupere el central y define ante la salida de Diego Ojeda. Y no solo esa. Las desconcentraciones de Flores siguieron y su tarde desafortunada queda sintetizada categoricamente en un inentendible ataque de gambetas que terminó con una pelota perdida en el mediocampo ante el asombro de todos los presentes en el Ruben Laola.
Matias Flores es el jugador mas regular que tiene Libertad, eso no lo vamos a descubrir ahora. Y justamente ese es el motivo de esta nota: la equivocacion del que casi nunca se equivoca. Flores es un jugador exquisito, sencillo, fornido y sobre todo ordenado. Con tan solo 23 años, jugando TDIs, Federativos y varias ligas y trofeos, ya adquirió la experiencia de un tipo de 30.
Es el patron de la ultima linea, el que junto a Cesar Tossone forman quizas una de las dos o tres mejores duplas centrales de la liga. Es el que se encarga de desinflar al jugador mas desequilibrante del rival. Y si este tiene dos metros, no importa, hay pantorrilla para volar por los aires.
El mal pase del otro dia contra Sportivo fue un yerro tipico de una de esas tardes en las que no sale nada. Y si la falla viene desde un defensor, obviamente se nota mucho mas que la equivocacion de un delantero y hasta de un mediocampista.
Seguramente, contra Atalaya Matias Flores estará nuevamente ahí, no solo para hacerle frente a la carniceria pinedense, sino tambien dispuesto a corregir en la cancha lo que hay que corregir y dispuesto a aclararnos (sin necesidad) que los correctos alguna vez tambien se pueden equivocar.
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