Mauro Laurenza, su padre, contaba el problemita de salud por el que estaba atravesando el tiky: dificultades para crecer y bajo peso después de un nacimiento complicado.
Días atrás Ian y su familia se trasladaron a Resistencia para comenzar con los estudios de gastroenterología en un sanatorio de alta complejidad y los mismos marcaron una evolución favorable. Igualmente desde su familia lo manejan con cautela y la citación al pediatra es para dentro de tres meses, tiempo en el que Ian continuará jugando con su pelota y desarrollando su imaginación y su organismo; Dios querrá que así sea.
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