6 de marzo de 2014

Fue un dolor de cabeza

Pitu Gorosito cuando lo hizo esperar una semana mas a Juventud para que diera la vuelta después de 9 años. En aquella superfinal de tres partidos la paternidad a Miguel Caro con quien acaba de festejar una heroica clasificación en el Torneo del Interior.

Juventud empataba en cero en el Ruben Laola y el campeonato estaba a unos minutos. Pero Waldemar Albertí mandó a la cancha al joven goleador como su ultima esperanza y sobre el final Walter Gorosito la cruzó al segundo palo y estiró la definición a un tercer partido.
Siete días después se volvieron a ver las caras y otra vez y desde el banco el Pitu infló la red ante un sorprendido Bocha Caro a quien parecía tenerlo de hijo. Luis Barrientos lo empató luego y estiró la definición al punto del penal donde el Rojo se coronó.
Este domingo la camiseta ya no era azulgrana sino rojo sangre, esa misma sangre que le pone el Pitu Gorosito cualquiera sea la que se ponga; por ejemplo para darle la clasificación a un Juventud que en Sylvina fue mas grande que el gigante de hormigón del SuperDepor.



1 comentario:

  1. Del odio al amor, hay una sola palabra: GOOOOLLLLL

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