En sus vacaciones en Charata, Osbaldo Martin, periodista que
mejor lo conoce, charlo de todo con Enzo Gutierrez y recapitulando algún que
otro viejo reportaje de cuando el ídolo charatense contaba con apenas 8 años;
en esta primera parte algunos dichos importantes. Su consagración en O’Higgins.
La pregunta que lo cansó: ¿Tenía todo arreglado con la U. de Chile antes de jugar al
final? La adaptación al puesto de centrodelantero y su emotivo dibujo en el
Mural de Ídolos. Para grabar…
Sabiendo que estaba con una seria desventaja de dos goles,
Cooperativista salió a jugarse el todo por el todo en su cancha y en los primeros
minutos atacó sin descanso a Sportivo. Y a los 5’, falta sobre Alexis Rios en
la mitad de la cancha, el mismo se la juega a Hernan Rosales para que el
delantero vaya hasta el fondo y arroje el centro: por atrás llega AR10 para
empujarla y mandarla al fondo de la red encendiendo la ilusión de todo el
Agrario. Minutos mas tarde, ahora es Rosales quien se pone frente al arquero,
intenta definir cruzado pero Claudio Ramos ahoga su grito de gol sacándola al
corner.
Cooperativista era mas que Sportivo y la variante que
presentó Antonio Requena para este partido, Hernan Rosales, le estaba dando muy
buenos dividendos a su equipo que iba a todo o nada por empatar la serie. La
visita por su parte, mas allá de una media vuelta en el area de Conradi que se
fue apenas por arriba del travesaño, no jugaba al futbol, cayendo en el reclamo
permanente para con el arbitro Juan Coria.
Despues de otro disparo a media distancia de Lucas Bois
despejado nuevamente por Ramos, otra vez aparece en el ataque agrario el
electrizante Hernan Rosales, habilitado y solo ante el cuidapalos velezano
define arrastrado y clava el 2-0 para empatar el global y dar rienda suelta a
la locura de la hinchada local que se colgó del alambrado olimpico para
festejarlo junto al goleador.
A partir de allí y con la serie empatada, empezaba otro
partido, un mano a mano tremendo, una verdadera final.
Ya en el segundo tiempo, Sportivo comenzaria a generar sus
chances. Como lo indican los antecedentes, cada centro del Velezano era un
parto para la defensa de Cooperativista y la intervención de Mauro Conradi en
ellos significaba un peligro feroz para el arco defendido por Marcelo Sequeira.
A los 7, Ramiro Sakz se la baja al goleador del campeonato y este no logra
controlarla y termina punteandola débilmente para que la embolse Sequeira. Un
nuevo tiro libre de Gonzalo Gimenez cae en el area local, nadie la toca, pica
el balon, se confia el arquero y casi se le mete en el angulo.
Sobre los 15’ Alexis Rios arranca por el medio y despues de
deshacerse de tres marcas asiste a Rosales que llegaba solo por izquierda,
define el pibe pero esta vez le sale al medio; Ramos da rebote, Carlos Arce
quiere aprovechar pero la pelota termina dando en Virgilio Salto quien luego
termina por despejar el peligro.
Jugada parecida pero esta vez para Sportivo en donde Enzo
Brandan es quien no puede concretar la contra mandandola a la tribuna.
Y la ultima le quedaria a Cooperativista. Sobre los 38’ST, Alexis
Rios va solo contra el mundo, le queda larga y entre Salto y Sakz la cubren
para que la tome el arquero. Sin embargo la pelota seguia afuera del area por
lo que el arquero estuvo obligado a rechazarla con los pies. Pero el cuidapalos
le termina dando a Salto, el balon le queda a Alexis y este define apurado con
el arco a disposición: se va besando el palo derecho. Era el gol del
campeonato; AR10 no lo podia creer, y los suyos tampoco.
Llegó la hora de los penales y la serie se daria así:
Sportivo: Brandan
(atajó Sequeira), Gimenez, Maldonado, Cassinelli, Ramos
Cooperativista:
Barrera (palo), Pogonza (atajó Ramos), Alexis Rios, Villalba.
Sportivo tuvo mas punteria, sacó el premio mayor en la loteria
y ese premio mayor es nada mas ni nada que el Bicampeonato. Un año tremendo
para el equipo de Hermoso Campo, dos campeonatos para escribir la historia del
futbol de la liga y confirmar el progreso del futbol campeño que por medio del
Velezano se adjudicó los dos torneos conviviéndose en un rival invencible para
todo equipo, dando cátedra de semillero y trabajo a destajo; monopolizando la gloria.
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